Corazón roto antes de medianoche.
¿En qué me he convertido? A veces viene esta pregunta a mi mente, la curiosidad de saber si sigo siendo el mismo. Definitivamente no vengo siendo el mismo, antes era distinto, pero ¿antes de qué? Siempre me gusta referirme a mi antes de que me rompieran el corazón, si solo el corazón. A veces extraño a mi yo anterior, sin preocupaciones, sin deudas y sin el corazón roto; ¿por qué tengo la rara sensación que en alguna parte de mi aún vive escondido, atemorizado, amedrentado por el mundo? Quizá sea una propia reacción, y dejó todo bajo el control del general de la razón, despiadado, frío y calculador. Ya no hay palabras de cariño, ni de amor que me hagan cambiar de parecer, que puedan remover un poco de la pared que he creado. No existen acciones, ni mucho menos un ser humano que haya conocido hasta ahora que pueda demostrarme que ando equivocado en manejarme así. Conocí antes de las doce, en aquel viejo paradero, desconocido para muchos. Espero cada medianoche, los miércoles...