1 mes y 27 días.

Había despertado recién a las 10 de la mañana, el calor era insoportable, no podía seguir durmiendo. Revisé mi celular y lo primero que vi fueron los mensajes de whatsapp. Tenía 30 mensajes, 5 de Piero y el resto del grupo de mis amigos cercanos. Normalmente no leo los del grupo (sólo a la volada para saber si ocurrió algo importante). 
Luego revisé el de Piero, me saludaba y preguntaba cómo estaba. Le contesté y conversamos acerca de lo que había pasado días anteriores (se había atrevido a besarme y yo a corresponderle). Me contó que estaba en la piscina de su condominio, le repliqué por qué no me inscribe para poder entrar. Me dijo que realmente no estaba seguro de hacerlo porque al realizarlo esa membresía duraría un año, y como recién nos habíamos conocido hace ya una semana consecuentemente me preguntó ¿qué somos? Porque no sabía si estaríamos en contacto después de algunas semanas más y entonces no tendría sentido haberme sacado la membresía. Le contesté que nosotros no eramos definitivamente amigos ni tampoco salientes, puesto que los amigos no se besan y saliente tampoco porque recién nos conocíamos, le sugerí no poner etiquetas. Simplemente eramos lo que eramos en ese momento, dos personas que recién se conocían y se habían besado el primer día. Se rió, luego me preguntó si podía acompañarlo a Barranco, le contesté que sí ya que no tenía nada más que hacer en toda la tarde, pero que él debía acompañarme a eso de las 7 de la noche a hacer una venta, quedamos de acuerdo. Me alisté, tomé el micro y luego el subió en la misma línea, estuvimos todo el camino hasta la estación del metropolitano para poder llegar mas rápido a nuestro destino, mientras andábamos en el micro Piero no podía dejar de lado su instinto de coquetería y cuando compré un helado a un señor que subió en el micro a venderlos, empezó con sus palabras de doble sentido. "Cómo te gusta el helado", decía. Pues solo atiné a mirarlo de reojo y sonreír, no sabía que decirle, me causaba gracia que un chico 7 años menor que yo se atreviera a ser tan coqueto, lo único bueno era mirarle esos ojos color verde que tiene. Llegamos a Barranco para realizar los trámites de Piero, le indican que vuelva en una semana por diferentes razones y eso lo pone medio furioso. Salimos del lugar y no sabíamos qué hacer, le sugerí si podíamos ir a visitar a una amiga que vivía cerca del lugar y me dijo que no había ningún problema, así que la llamé y quedamos para ir a visitarla ya que no la veía hace algunos años. Fuimos y la encontré, estaba linda como siempre, Patricia. Cuando empezamos a conversar en ese breve lapso de tiempo un resumen sobre todo lo que habíamos pasado hasta entonces, veía que Piero se estaba aburriendo y yo no había almorzado. Decidimos irnos a almorzar. Después que llegamos al mercado se Surquillo y nos metimos a un restaurante, Piero me comentó que tenía pareja, que estaba con alguien. La noticia no me sorprendió para nada, él parecía estar probando, intentando cosas y es muy notorio cuando alguien sólo está "experimentado" y no está predispuesto a tener algo más. Entonces nos sentamos a conversar durante el almuerzo, comenzó a contarme que no le iba bien con su pareja, que tenían problemas y la relación se estaba volviendo rutinaria, dentro de mi decía "algo que también he pasado". Atiné a aconsejarlo lo muy poco o mucho que sabía sobre el tema, que no se diera por vencido hasta que tenga pruebas concretas de que ya no quería seguir con la relación, ya que él estaba esperando que el otro le terminara porque luego él no quería sentirse mal, yo le pregunté ¿Y qué pasa si nunca te lo dice, si decide tenerte aunque la relación sea rutinaria, tú estés aburrido y ya no quieras seguir? ¿Dejarás pasar todo ese tiempo sólo porque tienes miedo a sentirte mal?

Le comenté en breve sobre mi última experiencia en mi relación, sobre los altibajos que tuve, y que lo único que sabía era que el chico con el que estaba supuestamente había terminado conmigo para empezar una nueva relación (información que nunca pude confirmar). Y aunque la cuestión no está en lo que pase después de rompimiento, la cuestión era lo que pasaría antes de. Aunque el último chico con el que estuve me había roto el corazón y Piero se percató que aún lo sentía en ese momento, la cuestión es si quieres tener un buen o mal recuerdo antes de separarte definitivamente de esa persona. Terminamos de almorzar, fuimos a recoger a uno de sus amigos a la estación del metropolitano mas cercana, Piero me sugirió que le diría a su amigo para que me acompañen a realizar mi venta ya que se acercaba la hora y ya había quedado con el cliente. Fuimos los tres. Llegamos al lugar y realicé la venta. Piero recibió una llamada de su padre, tenía que irse porque lo iban a ir a recoger a sus clases de TaeKwondo y él se encontraba con nosotros, nos despedimos. Me fui a Starbucks a poder cargar mi celular cuya batería estaba por morir. Regresé a casa, todo parecía haber pasado muy rápido aquel día. Me acosté y a la mañana siguiente me desperté un poco acongojado. Había tenido un sueño raro. 
Me encontraba en una casa en la cual nunca había estado antes, se encontraban allí mi mamá y también la mamá de mi último novio, era un reunión absolutamente, ¿de qué? No lo sabía. En el sueño me encontraba nervioso puesto que sabía que lo iba a ver y mi temor mas grande no era verlo sino verlo con alguien más, y entonces apareció, se dirigió al mueble en frente de mí con una persona a su lado, entonces desperté. 
Le conté a Piero mi sueño, me dijo: Aún lo extrañas.
Y aunque la última vez rehuía a ese pensamiento, Piero tenía razón, lo estaba extrañando.

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