El Hombre de los Pasos Rítmicos

Oh miremos y escribamos acerca de lo que hemos planeado,
construyamos y demos vida al personaje que se mueve al ritmo de la música.


Las maracas sonaban cada vez más y más intenso, entonces fue cuando apareció, el hombre con los pasos rítmicos en una mañana junto a las orillas del río que habla.
Es cuando el hombre empezó una conversación con el río: ¿quién me creó? - preguntaba el hombre.
Fue el que todo lo ve, el que todo lo sabe y el que todo lo conoce - respondió el río que habla.
¿llegaré a entender el por qué de mi existencia? - volvió a preguntar el hombre
Mírame a mí, fuí creado desde el principio y antes que tú, y llevó todo este tiempo haciendo lamisma función, llevar las aguas de mi canal hacia el mar, el motivo de por qué hago esto no lo sé, pero sé que todo está vinculado y mis aguas ayudan a muchas personas y animales - respondió el río que habla.
Yo también quiero encontrar mi propósito y mi función en este mundo - dijo el hombre.
Se apresuró a tocar las aguas del río que habla y sintió que era fría, cargaba energía que lo ponían en un estado neutral y es cuando empezó a escuchar el sonido que hacía el agua al chocar con las rocas, sonaba a chasquidos para los demás pero para el hombre de los pasos rítmicos vino a ser como una melodía con ritmo, y es cuando de pronto sintió cómo sus pies empezaban a alcanzar aquel ritmo, ¡lo sentía!, sentía cómo la música invadía su ser y llegaba hasta sus pies y es cuando empezó a bailar, ronavando cada paso, creando cada estilo, haciendo maravillas con los gestos, las mímicas, el paisaje tornaba a verlo, a admirarlo, era cómo que tenía la facultad de concentrar la atención en él sin ningún problema, era libre, ¡estaba bailando!

Creo que hemos creado una parte de nuestra naturaleza y lo hemos impregnado en esta nueva criatura, ¡ha conseguido la atención total de la creación en él!, ¿le habremos dado las suficientes cualidades para poder sobrevivir?, creo que sí, el baile es lo suficientemente libertador para brindarle la capacidad de autoprotección y supervivencia.

El hombre ahora iva por las calles de la ciudad, en aquella ciudad donde los moradores seguían las tareas rutinarias, naturalmente él ya no escuchaba los ruidos como todos los demás, sus oídos convertían en música todo lo que él escuchaba. Así que las personas que lo veían se preguntaban ¡de dónde había salido!, gracias al cielo que estas personas no se habían sumergido en las prisiones de la rutina y se habían cerrado a las nuevas posibilidades que podrían pasar en su entorno. El hombre seguía bailando, sus manos tocaban el cielo y sus pies hacían la tierra, ¡nadie bailaba como él!, nadie podía dejar de verlo. De repente el hombre se detuvo, hubo silencio total en toda la vía donde el estaba transitando, la causa era un ruido, eran unas maracas que comenzaban con un sonido leve, haciendose sonar cada 2 segundos en un paso rítmico cada 4 segundos de silencio, el hombre sintió los origenes de su baile, entonces la música empezó a sonar en toda la vía, resonaba en cada esquina, y es cuando el hombre de los pasos rítmicos empezó a mostrar toda su naturaleza, al ritmo de las maracas empezaba a bailar, sus pasos lo dirigían hacia delante brindándole un equilibrio absoluto que podría quebrarlo si así lo quería, el movimiento de sus manos brindaban la sensación, a las personas que lo observaban, de que transmitía un mensaje, entonces pudieron armonizar sus pasos y lo siguieron, bailando lo siguieron, y así cada habitante de aquella ciudad se iva librando de la rutina, adquirían de nuevo el significado por la cual sus vidas habían sido creadas, la música, la expresión corporal por medio de ella, la transmisión del mensaje del interior hacia el exterior, y es cuando más y más personas se unían, había un solo sentimiento que a la vez era individual, se miraban unos a otros, veían la alegría, el color del paisaje, la sinfonía de los ruidos, el valor de los cuerpos, la libertad amada, el cariño mutuo e incondicional, ¡había nacido el Amor!. Ya no ivan a ser los mismos, mejoraban, seguían, anhelaban, soñaban, compartían, armonizaban sus acciones hacia el bien común. El hombre de los pasos rítmicos siguió bailando y había encontrado el propósito por el cuál el había sido creado, fue algo más de lo que había pensado, solo fue él mismo, siguió adelante con lo que el tenía que no es más que sus manos y pies, su corazón y sus preguntas, su respuesta la había encontrado.

¡Bravo! ¡es fenomenal! ¡hicimos una obra de arte! , hicimos bien al crear al hombre de los pasos rítmicos, ha difundido el amor de nuevo, hemos hecho al hombre de los pasos rítmicos a nuestra imagen y semejanza.

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