Sin demoras, la paz es el camino.

Cuando es suficiente la voz de un solo hombre para cambiar al mundo.

Una luz,el sonido del río, la esperanza de un mundo mejor sin guerras. Lejos de ser un sueño lejano, es la realidad más cercana que tenemos para armonizar y estar en paz como buenos hermanos.
Que cesen las guerras, los conflictos
y que vivir sea dicha,
y no una lucha absurda de unos pocos,
que poco les importa el bienestar de muchos.
Que los intereses, posesiones y poder dejen de ser el eje
que consume y agota la existencia humana.
Cuando aprenderemos que la paz cuesta poco y la hacemos inexistente en nuestras vidas. Es hora de un cambio y la unión hace la fuerza. Entonces la naturaleza y todos los seres humanos estaremos bendecidos y alentados por un mundo mejor.
Contribuyamos, así el otoño, ni nada ni nadie estará amenazado.
Vale vivir en paz de eso se trata nuestra permanencia,
porque cegarse con la violencia, la cual engendra más violencia. Conciliarse y armonizar aligeran el paso terreno y espiritual.
Cambiemos el dolor y la pérdida de vidas por alegría, esperanza y paz.