Entre versos y afecto.

Tú y yo comprometidos con el tiempo y el  espacio. Anhelamos muchas cosas que son casi imposibles de lograr. La distancia nos separa y nuestras vidas se ven consumidas por el tiempo. A veces me pregunto si haría bien en abandonar este sentimiento que siento por ti, para no atarte a mi distancia y para yo no sufrir tu ausencia. A veces creo que es mejor fingir que ya no te amo, te desilusiones y te marches y busques una persona que te pueda dar mayor tiempo y cariño. No es justa la vida pero, quién dijo que lo era?

Tú y yo comprometidos contra el mundo. A veces ríes, a veces lloras. Son las doce de la noche y ya me desespero por no escuchar tu voz. Suena el teléfono, ahí estás tú. Hora tras hora, deletitándome con tus bromas y cosas que no tienen sentido pero que las valoro y las estimo. Sin embargo, quiero verte sonreir, y también quiero verte feliz. Aunque todavía no lo sabes, pero te abriré un nuevo camino, aún eres niño, aún eres ingenuo. Podrás crecer sin mi a tu lado? Cualquiera fuera la respuesta me dolerá no poder estar a tu lado.

Tú y yo pendientes de las palabras. Esperas mi llegado y yo espero tu partida. Por qué no remontas más sobre mi? Por qué no escalas más en las montañas de mis pensamientos? Solo te veo reir, solo te veo disfrutar. Pareciese que piensas que viviremos para siempre, pareciese que piensas que tu orgullo lo tengo presente. Cuéntame cuándo fue el preciso instante en que se enamoró de mi? Cuéntame el día, la hora, el minuto y el segundo exacto; para darme cuenta y descubrirle al amor que siempre nace sin haberse concebido.

Tú y yo, en mundos separados. Yo te espero aquí, pero tú conmigo ya has acabado.

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