Llega lo buscado y ya no lo quieres nunca más.

Hoy había programado mi alarma a las 8 de la mañana, pero pensándolo bien tenía la segunda posibilidad de ir a la entrevista a las 2 de la tarde, así que apagué mi alarma y dormí un poco más. Me levanté, hice mis cosas, me bañé, almorcé y luego me fui para la entrevista tomando el metropolitano. 
Llegué y esperé mas de media hora para que nos hagan entrar, llegamos al salón y el entrevistador con pinta de nerd y geek a la vez, una combinación recontra rara nos dio la hoja de informes sobre el trabajo y la oferta laboral consistía en:


  1. Ser tripulante de cabina para una empresa de transporte interprovincial.
  2. Trabajar mas de 8 horas al día con una disponibilidad de tiempo completo y poder viajar de Lima-Ica-Lima.
  3. Estar disponible para laborar en la madrugada.
  4. Venir 4 días seguidos a las 7.30 am para la capacitación. 
  5. Te pagan horas extras y todos los beneficios de ley.
Cuando empecé a leer toda la oferta laboral se me vino a la mente todo el tragin que tenía que hacer para poder realizar el trabajo adecuadamente: Como atender a los pasajeros, poner la película en el bus, etc.
Quería imaginarme lo placentero que sería ese trabajo pero no evitaba pensar en las experiencias que tenía cuando solía viajar en aquellos buses y me pareció una forma muy explotadora de remunerar a sus trabajadores. Quería pensar que al menos conocería nuevas rutas pero solo veía que la única ruta que conocería era Lima-Ica-Lima, y esa ruta ya la conozco. Entonces con ese pensamiento tan pesimista logré pasar aún así la entrevista y todos los test que requerían, y el Nerd-Geek me dijo cuando tenía que venir para la capacitación con una lista enorme de los papeles que tenía que traer. Mientras leía y veía la cara sin importancia del entrevistador, me dije a mi mismo o quizá mi otra forma de pensar oculta-de-la-gente me decía que ese trabajo realmente no merecía la pena alguien con las ganas de trabajar como las mías sin ser remunerado adecuadamente. Así que salí de ahí, lo conversé con mi madre quien atinó a decirme: A nada, y luego en todo el trayecto a mi casa en el metropolitano, no pude de dejar de pensar lo ambiciosa que es la vida y las fuerzas que en muchas ocasiones no son visibles a los ojos de cualquier persona. Estoy disponible a trabajar pero no estoy dispuesto a desperdiciar mis conocimientos en algo en vano.

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