Llamada de Willian y sueño inconciliable.

Ya me encontraba en mi cama, me había acostado a la medianoche, de todo el trajín del día y de la playa. Permanecí mas de una hora despierto en mi cabeza repasando todos los sucesos del día y realizando mi reflexión o en algunas no tan apropiadas ocasiones mi martirio de todas mis acciones del día a día. A veces sobre las acciones de otros. Cuando de repente mi  celular suena, ya todo estaba en oscuridad y solo cabía en el ambiente la bulla de la fiesta a la vuelta de la manzana. Quién será? - tomé mi celular y ya me imaginaba quien podría ser aunque dentro de las 4 expectativas que tenía era mi amigo William, contesté y empezamos a charlar. Él tiene un gusto muy parecido al mío por la torta de tres leches, y cada vez que podía recordármelo, él lo hacía. Sin embargo, esta vez solo atinó a escucharme durante casi media hora las historias melodramáticas de mi vida, "porque todos necesitan a alguien que los escuchen" me dijo. Entonces me sentí en confianza y libertad para decirle que era lo que pasaba y el por qué había postergado nuestra reunión de torta de tres leches. Hablamos un poco más sobre sus pasatiempos y los míos y de esa manera nos conocimos un poco más de lo que ya habíamos pretendido conocer uno del otro en todo el tiempo transcurrido desde que nos conocimos, aproximadamente 4 años. Cómo es posible conocer 4 años a una persona sin conocerla tan bien? 

A pesar de que nuestra comunicación es más electrónica que vivenciales, mantenemos el lazo o quizá simplemente no mantenemos nada y eso es lo que garantiza que aún podamos decirnos "hola" y las llamadas de madrugada.